¡Tragar, tragar y tragar! Esto es lo que hemos de hacer los "afortunados curritos".
De la mano de la infame reforma laboral del Partido Popular (llamado por la Cospedal partido de los trabajadores) llego la nueva normativa de los convenios colectivos que permite a la patronal hacer y deshacer a su conveniencia sin que nadie, repito, nadie, tenga la posibilidad de modificar sus apetencias.
Durante la semana pasada vimos en los medios de comunicación como la ciudad de Granada se iba llenando de basura por la huelga de los trabajadores del sector ante la imposición de un convenio a la baja. Tras trece días de huelga el convenio se firmó con una reducción salarial del 2,5%.
Ha llegado el turno del convenio del sector de la distribución y la propuesta de la patronal supera ampliamente lo inasumible ya que implica un aumento de las horas de trabajo, pérdida de una paga extra, pérdida de los complementos por los domingos y festivos trabajados y la vinculación de los salarios a la evolución del consumo.
La transformación de los asalariados en esclavos evoluciona favorablemente.
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